domingo, 20 de noviembre de 2011

Política y Leyes


  La estructura y división política más comúnmente utilizada en Gor es la de Ciudades-Estado libres, similares en muchos aspectos a las ciudades de la Grecia Antigua.
—La ciudad estado —comentó mi padre una tarde— es la unidad política normal en Gor, ciudades rivales que controlan el territorio adyacente, rodeadas por una tierra de nadie, compuesta de territorios libres.[…]
(Guerrero de Gor, cap 3)




   Cada ciudad se considera a sí misma como una isla contra los enemigos, donde la competencia por los territorios y los productos agrícolas es alta. La terminología más simple, como los meses del año, por ejemplo, o incluso la medida de los años, varía de una ciudad a otra.
   Durante periodos de paz, la mayoría de ciudades libres de Gor son gobernadas por un Consejo formado por ciudadanos notables, escogidos de las castas más elevadas y dirigidos por un Administrador, elegido por la ciudad. Durante los periodos de guerra a menudo es elegigo un Ubar o soberano militar. Ocasionalmente el Administrador y el Ubar son la misma persona.


—Las castas elevadas de cada ciudad —prosiguió mi padre— eligen por un tiempo determinado un administrador y un consejo. Si surge una crisis, se nombra un jefe militar, un Ubar, que ejerce la totalidad del poder, hasta que a su entender la crisis ha pasado.[...]  
(Guerrero de Gor, cap 3)



   El Ubar es, por regla general, quien renuncia a todo poder una vez la crisis ha sido resuelta y el que permite al Administrador que reanude sus deberes. Esto a veces no sucede, y en estos casos, la ciudad-estado en cuestión permanece indefinidamente bajo una condición de ley marcial.

—Generalmente los Ubares renuncian a su cargo después de la crisis. Esto es parte del código de los guerreros[…]
—Sin embargo —continuó mí padre—, a veces un Ubar logra conquistar el corazón de sus hombres, quienes permanecen a su lado. Entonces se convierte en tirano y gobierna hasta que es derribado por la fuerza de una u otra manera.
(Guerrero de Gor, cap 3)



   Ciertas ciudades de Gor, cómo es el caso de Tharna, están gobernadas por mujeres, una Tatrix o una Ubara, aunque eso sólo sucede ocasionalmente.


"Se comentaba que en esta ciudad muchas cosas eran diferentes, entre ellas también el hecho de ser gobernada por una reina o Tatrix, y que en consecuencia, la posición de las mujeres en esta ciudad, en contraste con las costumbres goreanas generales, era de privilegio y de oportunidad."
(Proscritos de Gor, cap 6)


 

   Fuera de las grandes ciudades amuralladas, hay tantos sistemas políticos en Gor como en su planeta hermano. Las alianzas raras, hegemonias y ligas controlan la mayoría del Gor civilizado. Algunas consisten en simples grupos tribales, mientras que otras pueden crecer y expandirse hasta el punto de ser un Imperio. Normalmente, las grandes ciudades estado, tomarán cartas en el asunto para impedirlo y que un poder externo no se transforme en una amenaza para su propia soberanía.


 Leyes y Castigos

    El derecho goreano se divide en dos tipos, uno controlado por el Administrador de la ciudad y otro por los Iniciados.

"En Gor existen dos sistemas de derecho, el de la ciudad, bajo la jurisdicción de un Administrador o Ubar, y el de los Iniciados, bajo la jurisdicción del Iniciado Supremo de cada ciudad. La división corresponde aproximadamente a la que existe en nuestro mundo entre derecho civil y canónico."
 (Guerrero de Gor, cap 18)

   Los castigos más frecuentes para los infractores a las leyes y normas goreanas son el exilio y el empalamiento. Los goreanos respetan mucho el honor y, por tanto, pequeñas afrentas pueden ser duramente sancionadas. El respeto a las Castas y a la Piedra del Hogar son pilares básicos en las leyes goreanas.

"Un hombre que no quisiera ejercer su oficio o pretendiera cambiar de status sin el consentimiento del Consejo de las Castas Elevadas, se convertía automáticamente en un proscrito y era empalado."
 (Guerrero de Gor, cap 3)

"Pisar una ciudad sin permiso o sin razón satisfactoria equivale a un crimen capital, castigado por lo general con un empalamiento rápido y brutal"
 (Proscritos de Gor, cap 6)
 
 
"Observé asombrado que traían pan y sal, y una pequeña antorcha encendida. Los que allí estaban reunidos prorrumpieron en exclamaciones de desaliento.Yo no podía creer lo que veía.
 Marlenus tomó el pan y lo partió con sus grandes manos.
     —Se te rehusa el pan —dijo Marlenus, y devolvió el pan a la bandeja. Gritos de asombro en la corte. Marlenus tomó la sal, y volvió a dejarla sobre la bandeja.
     —Se te rehusa la sal —dijo.
     —¡No! —gritaron centenares de voces—. ¡No!
Sin apartar los ojos de mi rostro, Marlenus alzó la pequeña antorcha encendida. La aplicó a la sal de modo que la llama se extinguió.
     —Se te rehusa el fuego —dijo.
Se hizo el silencio en la corte del Ubar.
     —En adelante, por decreto del Ubar —dijo Marlenus— dictado en la ciudad de Ar, debes prepararte para partir antes de la caída del sol, y no regresarás si no quieres sufrir el castigo de la tortura y la muerte."
(Asesino de Gor, cap 22)

   En Puerto Kar alardean de tener una casta propia para los ladrones, aún así, el robo no está bien visto y se suele penar con amputaciones, cuya gravedad dependerá de si es la primera falta o se es reincidente. Las esclavas pueden ser marcadas a fuego para identificarlas como ladronas.

"Le faltaba la oreja derecha, sin duda como consecuencia de un accidente, pues tal amputación se practica en las orejas de los ladrones cuando cometen la primera falta; la segunda falta se castiga con la pérdida de la mano derecha, y la tercera con la amputación de la izquierda y de ambos pies."
(Nómadas de Gor, cap 9)

   Los pueblos nómadas suelen regirse por sus propias leyes, basadas en su sistema de vida.
"Se dice que el bosko es la Madre de los Pueblos del Carro, y ellos lo reverencian como si así fuese. Al individuo que se atreve a matar a un ejemplar le estrangulan con correas o le asfixian con el pellejo del animal que ha sacrificado. Si por cualquier razón resulta que un hombre mata a una hembra preñada se le ata a una estaca vivo, en el camino de la manada, y los Pueblos del Carro pasan por encima de él en su avance."
 (Nómadas de Gor, cap 1)

   Mención aparte merecen las leyes y castigos referidas a la esclavitud. Puesto que un esclavo no tiene derechos ni puede poseer bien alguno, al ser esclavizado perderá todas sus propiedades.

"Según el derecho civil goreano, las propiedades, títulos, haberes y bienes de una persona a quien se reduce a la condición de esclavo, pasan directamente a las manos del pariente varón más próximo, o del pariente más próximo de no existir tal varón, o a las arcas de la ciudad o, si ello es pertinente, a las del tutor. […]Más aún: para evitar complicaciones legales y poder contar con los bienes al cien por cien, y así invertir y realizar otras operaciones, esa transferencia es asimétrica, pues si por alguna razón el poseedor original recobra la libertad, no tiene ya ningún derecho legal sobre los bienes transferidos."
 (Nómadas de Gor, cap 9)

   Los castigos a los esclavos son múltiples y dependen tanto de la imaginación y habilidad del Amo (y de su humor) como de la gravedad de la falta; pudiendo ir desde unos simples azotes hasta la muerte:

*Restricción de movimiento

sujetándola siempre por los brazaletes, la arrastró a una jaula de eslín vacía que se hallaba cerca, sobre una carretilla. Allí la metió, sin quitarle las esposas y después cerró la puerta con un candado.
 (Nómadas de Gor, cap 12)

No es agradable pasar la noche entera maniatado. En efecto, es el castigo usual que en Gor se aplica a las esclavas.
 (Asesino de Gor, cap 5)
*Azotes

Una de las esclavas derramó vino, y la ataron a un anillo, la desnudaron y la golpearon.
(Asesino de Gor, cap 8)
 
 *Humillaciones

Las esclavas goreanas suelen sentirse muy orgullosas de su belleza, pues es una de sus principales armas. Son por tanto castigos habituales aquellos que contribuyan a bajar el orgullo de la esclava, tales como la desnudez, rapar el pelo, agujerear los lóbulos de las orejas o la nariz...

*Muerte 

Agredir a una persona libre, empuñar un arma, huir... son las faltas usualmente castigadas con la muerte. Aunque, como es habitual en Gor, siempe es a criterio del Amo.

El castigo para las esclavas que han intentado huir es a menudo penosísimo, y a veces culmina con la muerte de la castigada. (Nómadas de Gor, cap 13)

*Varios 


En última instancia, los castigos dependen de la originalidad, imaginación y ganas del Amo. Muchos están condicionados por los usos y costumbres propios de cada ciudad.

"El guerrero, sin pensárselo dos veces, le metió la cabeza en el saco y luego lo cerró; hasta la mañana siguiente no lo desató. Elizabeth Cardwell nunca más trajo un saco de excrementos a medio llenar al carro de Kamchak de los tuchuks."
 (Nómadas de Gor, cap 8)

"Sobre cada uno de los mascarones habían atado una de aquellas bellas muchachas para que al regreso a Puerto Kar los habitantes supieran que la captura había sido magnífica."
(Los Conquistadores de Gor, cap 7)